La cara es nuestra carta de presentación y una de las zonas más delicadas de nuestro cuerpo. Durante todo el año, y en especial en los meses de verano, los niños sufren con frecuencia golpes y caídas que pueden afectar al rostro. El mentón y la frente son comúnmente las zonas más castigadas en estos casos.
Es muy importante que pongamos toda nuestra atención en el cuidado de este tipo de lesiones, por pequeñas que sean. El objetivo es facilitar una curación rápida y de calidad y evitar en la medida de lo posible la aparición de cicatrices en esta zona.
Cuando se produce una herida en la cara de un niño es crucial una rápida valoración de la lesión que, de ser necesario, tendrá que ser atendida por un profesional de la salud, quién a su vez valorará la posibilidad de aplicar sutura y de qué tipo.
Por lo contrario, si la herida es leve y no reviste gravedad, podremos ser nosotros mismos los encargados de realizar las curas pertinentes. Sea como sea, recordad siempre que si tenéis dudas deberéis acudir al médico.
A continuación, os damos las pautas necesarias para aplicar los Primeros Auxilios en una herida en la cara de nuestro hijo o nuestra hija.
No debemos despistarnos con las heridas infantiles en el rostro. Como os decíamos, esta es una zona especialmente delicada por lo que va a haber una serie de instrucciones que deberemos seguir una vez la herida esté cerrada, con el fin de que la curación sea todo un éxito:
En el caso de que queden cicatrices evidentes os recomendamos que utilicéis apósitos de gel de silicona como Tiritas@ MEDICAL Cicatrices, que mejoran el aspecto de las cicatrices, reduciendo su tamaño y grosor y aliviando el picor al mismo tiempo.