Las heridas mal curadas pueden dejar marcas, y si éstas son en la cara a veces derivan en problemas estéticos que pueden provocar complejos.
En un artículo anterior te dábamos unos consejos para evitar que una herida acabe en cicatriz, entre ellos os recordamos los básicos:
Si aun siguiendo todos estos consejos, la cicatriz es evidente, está recomendado el uso de apósitos o geles de silicona para mejorar su aspecto. Éstos deben emplearse como terapia de primera línea en el tratamiento inicial de las cicatrices y en la prevención de cicatrices hipertróficas y queloides.
Con el uso de láminas, geles o lociones de silicona evitarás la formación de cicatrices anómalas y abultadas, mejorarás las cicatrices abultadas, aliviarás las molestias y picores ocasionados por la cicatriz, y reducirás su enrojecimiento y decoloración.