¡Alerta en el cole, el grupo de padres en WhatsApp está que arde! En cuanto nos llega el aviso de que algunos compañeros de clase tienen piojos se desata la fiebre de higiene en casa: comienza la revisión de las cabezas pelo a pelo, rescatamos el peine para el análisis exhaustivo y, de repente, desarrollamos un sexto sentido para identificar piojos y liendres. Otro año más que no nos libramos de los dichosos piojos, pero ¿podríamos haber evitado el contagio?
El mito de la higiene y los piojos
¡No nos equivoquemos! A los piojos les encantan todo tipo de cabezas y cabellos; no hacen diferencias entre clases sociales, rubios o morenos, ni entre cabezas sucias e impolutas… Eso sí, tienen preferencia por los niños y adolescentes, aunque también podemos infestarnos ya de adultos.
Otro mito es que los piojos vuelan y saltan de una cabeza a otra. ¡No es así! El piojo es un insecto de tipo parasitario que no tiene alas. El contagio se produce siempre por contacto de una cabeza infestada con una que no lo está. Y en épocas de brote se aconseja no compartir gorros, peines, pinzas para el pelo, etc.
Algunos consejos para prevenir el contagio de piojos
Los piojos se reproducen muy rápido y se propagan de persona a persona a gran velocidad, especialmente en casos de convivencia como las guarderías, coles, campamentos, etc.
Ya hemos comentado que es una falsa creencia el hecho de pensar que los piojos vuelan y saltan, aunque son unos verdaderos expertos en aferrarse al cabello. Pero, ¿hay algunos trucos para evitar contagiarse? Sí, los hay, y aquí compartimos algunos:
Si quieres información complementaria sobre piojos y sus tratamientos, te recomendamos leer esta guía visual acerca de cómo controlar los piojos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.