La capacidad que tiene el cuerpo humano para curarse es fascinante. Cuando sufrimos una herida, en seguida pone en marcha complejos mecanismos para protegerse de una posible infección y reparar los tejidos dañados. Aun así, una herida abierta implica riesgo de infección, por lo que es muy importante prevenir con antisépticos y, a continuación, protegerla con Tiritas®.
La antisepsia consiste en la destrucción de virus, hongos o bacterias, o la inhibición de su crecimiento. Los antisépticos más comunes son la clorhexidina y la povidona yodada.
Antes de curar una herida, tendrás que desinfectarte las manos. Debes lavar bien la herida con Lusan® suero fisiológico y secarla con gasas suaves de tejido que no deje hilos. Si no tienes a mano suero fisiológico, puedes usar agua y jabón neutro.
Con la herida bien limpia ya podrás aplicar el antiséptico. A continuación, cúbrela y protégela con Tiritas® o con Tiritas® EFFECT (antes DermaActive®).
Antisépticos: consejos de uso