La hipertensión o presión arterial alta es una enfermedad del sistema cardiovascular. La obesidad, el consumo excesivo de alcohol o de sal, el estrés, o una vida sedentaria son factores de riesgo.
La presión arterial se mide en mmHg. Primero se registra siempre el valor sistólico y después el diastólico. Por ejemplo: 120/80 mmHg significa que la presión arterial sistólica es de 120 mmHg y la presión arterial diastólica de 80 mmHg. 1 mmHg es la presión ejercida por 1 milímetro (mm) de mercurio (Hg) (Convertido: 1 mmHg = 0,00133 bar).
Normalmente las primeras señales a menudo son inespecíficas, se desarrollan gradualmente y es difícil que las personas afectadas puedan percibirlas.
Algunas señales a tener en cuenta son dificultad para conciliar el sueño o dormir de un tirón, también la aparición de intensas cefaleas o mareos en condiciones de estrés psicológico o físico.
En mujeres próximas a los 50 años de edad los síntomas de hipertensión pueden asemejarse a los de la menopausia como sofocos, mareos, o fluctuaciones del estado de ánimo.
Si tienes alguno de estos síntomas de forma persistente, consulta a tu médico. También puedes acercarte a una farmacia y pedir que te tomen la tensión, el farmacéutico sabrá aconsejarte.
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